martes, 13 de agosto de 2019

El clan de la víbora


Tendría yo unos 7 u 8 años cuando con el colegio fuimos de excursión a un lugar cerca a un río, no recuerdo exactamente que lugar era, se me hace que La Plata o sus alrededores, o no se porque también me viene a la mente las cercanías del autódromo de Buenos Aires. Yo era muy chico, no recuerdo casi nada, sí recuerdo que estaba un poco incómodo, me parece que era nuevo y no conocía  a nadie, tenía mucha vergüenza y me costaba acercarme a los otros chicos, así que creo que andaba caminando por ese lugar medio que solo. En una de esas pasa un heladero en la clásica bicicleta llevando en la parte delantera la conservadora con los helados, alcanzo a escuchar  ciertos murmullos que iban creciendo proveniente de un grupito de chicos que andaban por algo así como el lecho de un río seco, y que el heladero se abría  paso entre todos los chicos, saca un bate que tenía adosado a la bici, un elemento muy extraño en nuestro país, y dejando la bici se apresura bajando al lecho del río. A medida que todo estaba iba pasando yo me acercaba con cierto temor al lugar ya que todos parecían algo nerviosos pero excitados a la vez. Cuando llego al lugar sin entender aún bien que era lo que pasaba, lo veo emerger desde el lecho del río seco al heladero con cierta cara de satisfacción o de deber cumplido y se aleja del lugar al grito de helado heeeeeladooooo. El grupo de chicos seguía en el lugar, todos miraban hacia al piso rodeando algo. Uno de los chicos sale de ahí y pasa  a mi lado, me animo a preguntar que había pasado y me cuenta que habían matado una víbora. Me quedé ahí como sorprendido, yo nunca había visto una víbora mas allá que por la tele. A los pocos minutos el grupo de chicos sale del lugar y se dirige hacia una especie de islote que tenía en su centro un gran árbol. Los sigo desde lejos pero poco a poco me voy acercando, la curiosidad hizo que vaya venciendo el temor y la timidez. Pero cuando ya estaba acercándome al lugar uno de los chicos se da cuenta de mi presencia y sale apresuradamente a mi encuentro y me increpa diciéndome que acá solo entraban los que se animaban a tocar la víbora con la mano. Le contesto que yo no tenía miedo y que si me animaba a tocar la víbora. Me dice que lo siga y llegando junto al resto de los chicos les comenta que yo me quería unir al clan de la víbora y que estaba dispuesto a tocarla. Uno de ellos de contextura mas grande me hace ingresar al interior del círculo que formaban los chicos hacia el otro lado del gran tronco del árbol y me señala hacia arriba. Ahí veo por primera vez la víbora que colgaba de una rama, medía poco más de un metro, creo que quedé con la boca abierta de asombro, además todos me miraban y creo que querían ver mi reacción, si huía de miedo y esas cosas de chicos. El mas grande me dice que para estar en la isla con ellos tendría que pasar mi mano por toda la extensión de  la víbora. Ya había dicho que sí, que lo iba a hacer, que me animaba y abriéndome paso, tratando de disimular mi miedo, llego hasta la víbora y en un gran acto de coraje y valentía paso mi mano por toda la extensión de su cuerpo gelatinoso y húmedo, no solo sentí temor sino también mucho asco, mi gran miedo era que la víbora en realidad no estuviera realmente muerta y que me mordiera inoculando su veneno y que yo moriría ahí mismo siendo tan chico. Todo pasó muy rápido pero pareció un siglo, una vez que la toqué, los chicos me vivaron y palmearon satisfechos, me decían que ahora sí era uno de ellos y que me podía quedar en la isla, ya pertenecía orgullosamente al Clan de la víbora!!!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario